El vino, la bebida más antigua del mundo
Durante
décadas el vino se
ha considerado como una de las bebidas más antiguas alrededor del mundo. El
primer lugar donde se elaboró fue en el Caúcaso, una región natural situada entre Europa del Este y Asia occidental,
entre el mar Negro y el mar Caspio, lugar donde se han encontrado restos de
viñedos cultivados que tienen una antigüedad de 7.000 años.
La historia del
vino es paralela a la historia
de la humanidad y son muchos los pasajes en los que el
vino se muestra en cuadros como protagonista de eventos de gran importancia.
El
ingrediente fundamental para la realización del vino es la uva un fruto con una
tendencia natural a fermentar, por
lo que probablemente, el vino fue la primera bebida alcohólica que conoció la humanidad.
El
descubrimiento del vino pudo producirse por casualidad, cuando alguien dejó
olvidadas unas uvas en algún recipiente, éstas fermentaron y luego alguien
probó el caldo resultante. Además, la vid
presenta una gran facilidad de adaptación, factor que sin duda ayudó en su
expansión.
La Vitis Vinifera
El origen del
vino se encuentra en la vinífera, de
la que se dividieron tres tipos: las
sultanas (sin semillas), las corintias (también sin
semillas) y la vitis
occidentalis, antecesor de las uvas que conocemos actualmente
para elaborar vino.
En el Antiguo Testamento
La referencia
más antigua sobre el vino pertenece al Antiguo Testamento, cuando "Noé comenzó a labrar la tierra, y plantó
una viña; bebió el vino y se embriagó" citado
en Génesis 9-21.
Esta referencia
marca la presencia del vino en la tradición
judío-cristiana desde los primeros tiempos y en las santas
escrituras es también llamado como la moderación en el consumo, lo que es una
muestra de su gran importancia en todas las culturas de la zona: Babilonia, Egipto, Sumer, entre
otras. Más tarde, es adoptado como papel clave en rituales cristianos.
El vino en Grecia y Roma
En el mundo
Clásico el vino también ha tenido siempre un lugar privilegiado, siendo esta
bebida muy venerado por los dioses de Grecia
y Roma debido a los poderes
embriagadores y afrodisíacos que contiene el vino.
El antiguo
poeta Homero describió algunos de
los vinos cultivados en el norte de Grecia con uva moscatel como frutos “dulces como la miel”, detallando que
para los tiempos de los dioses se organizaban fiestas y orgías en honor
a los benevolentes, en las que abundaba el vino, los manjares y los placeres
sexuales. Para aquellos tiempos el vino se asociaba al amor y al disfrute
carnal, pero también a la tranquilidad, el descanso y el alivio.
El vino en Egipto
En el antiguo
Egipto se han encontrado vasijas
de vino con etiqueta, es decir con el nombre del
productor, el viñedo y el año inscritos. Este hecho nos indica que la
preocupación por la calidad
del vino viene de lejos.