Claves para acompañar con éxito el vino



Claves para acompañar con éxito el vino

El vino siempre ha acompañado las comidas, ya que estimula el apetito y alegra la mesa.



Sin embargo, el vino debe ser un acompañante que ayude a saborear los alimentos y no aquel que le añada una nota discordante a los sabores. Dicho de otra manera, el vino debe maridar perfectamente con las comidas.

La forma en que se sirven los vinos, también es importante para garantizar el éxito de una comidaPor lo general se sirven así: Los vinos jóvenes antes que los añejos, los ligeros antes que los más potentes o alcoholizados, los frescos antes que los templados y los secos antes que los dulces.

El maridaje es la forma en que se acompaña un vino y un alimento, en la que ambos producen una diversidad de sensaciones y gustos al paladar, que pueden hacer de una comida, una experiencia inolvidable.

Tips y maridajes recomendados

En líneas generales, se elige los platos del menú y luego los vinos.



Para acompañar algún aperitivo, se toman vinos fríos o de carácter para preparar el paladar para los platos que siguen. Por ejemplo, un cava, un champagne o un blanco ligero son ideales.

Pero si servimos solo vino, lo mejor es uno no muy dulce y de carácter neutro. El vino tinto permite casi todo. Acompaña carnes asadas o a la parrilla, el vino rosado acompaña platos mediterráneos, y el vino blanco son ideales para pescados, mariscos y aves.

En cuanto a los aperitivos, el vino tinto es ideal por ejemplo para los quesos curados, cuyo sabor e intensidad combinan perfectamente. Por ejemplo el queso azul o Roquefort van muy bien con tintos pesados.

El queso manchego combina con el Cabernet, pero un buen parmesano que va genial con cualquier tinto, y el Merlot combina con la intensidad del Cheddar.


Los embutidos son geniales para cualquier vino tinto, y puedes elegir entre alternativas como: Jamón serrano, chorizo, lomo embuchado, salchichón y salami. Combinando dos o tres y servirlos con una cesta de pan tostado, galletas y algunas aceitunas negras.

También puede servirse carnes rojas frías, como el carpaccio o el roast beef con salsa.
Por último, es bueno recordar que la temperatura adecuada para servir el vino está entre los 16 y los 18 ºC para disfrutarlo al máximo.


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