Zoraida Ceballos: El espumoso vino Lambrusco


El espumoso vino Lambrusco

El vino Lambrusco proviene de una cepa que produce un vino de colores desde el rosado al rubí, alegre y fresco, por lo tanto, es el nombre de la uva que se cultiva y el vino que se produce en Italia.



El Lambrusco es un vino de aromas frutales, dulce con toque ácido y burbujeante, y deja en la boca algo de frambuesa y manzana verde, siendo ideal para quienes se inician en el mundo del vino.

Aunque el lambrusco más conocido es el tinto, existen más de 60 tipos que van desde el rosado claro hasta llegar al rubí, con características muy definidas cada uno.

El gusto por el Lambrusco

Este tipo de vinos afrutados, amables, dulces y efervescentes gustan a todos, en especial a los jóvenes. Además su versatilidad para acompañar todo tipo de platos, desde los más sencillos como la pizza, la pasta, la carne y hasta ensaladas, aportan mayor facilidad a la hora de escoger.

Otra característica o beneficio del Lambrusco, es lo económico y sencillo a la hora de tomarlo, de tal manera que puede pasar como una bebida gaseosa para los paladares jóvenes, quienes gustan de dulces.

Es por ello que, aunque no es el único vino, es el que más eligen los jóvenes.
En Italia se producen lambruscos de muy alta calidad, pero pocos de ellos son exportados, por otro lado no es tan dulce como el que conocemos. Son más amargos y con un toque ácido, que se consumen como vino tinto.



Los lambruscos de alta calidad, se identifican según la región de producción y por la variedad de uva utilizada en su elaboración. En Módena podemos encontrar varios: di Sorbara, el lambrusco salamino di Santa Croce, que es la más cultivada en la región, y el lambrusco grasparossa di Castelvetro.

En otras regiones como la provincia de Reggio Emilia, se cuenta con la denominación de Origen Controlado del reggiano lambrusco. A la hora de comer pizza, el Lambrusco caza a la perfección con el tomate, la albahaca, la mozzarella y los embutidos como el salami, el salchichón y el jamón curado.



Platos más elaborados como el rissotto con hongos portobelo, codornices con salsa de frutos rojos, o un plato de jamón y melón como entrante, resultarán deliciosos con la compañía de un Lambrusco.


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