Maridaje entre el vino y las croquetas
Al momento de degustar croquetas con
una copa de vino es importante saber que alimentos conforman nuestro plato,
conocer su relleno y definir el mejor
vino que se adapte a la comida.
Según Ana Gómez González, sumiller
española, esta receta icónica de la nación ibérica es ideal para disfrutar
junto a la bebida, sin importar qué estén hechas al estilo más clásico o de una
manera más atrevida, siempre la
combinación debe ser perfecta.
“La idea del maridaje es
potenciar los sabores de la comida y
poder disfrutar del vino a la vez. Es decir, ni la comida ni el vino deben camuflar el
sabor de cada cosa”. Para explotar al máximo tu experiencia en el maridaje de
esta comida aquí te dejamos algunos consejos expuestos por González:
- Espinaca: Por su sabor suave, van muy bien los vinos tintos jóvenes
elaborados con uvas como Tempranillo o Bobal.
- Jamón: para González “Estas croquetas necesitan un vino igualmente
potente pero que no oculte el sabor de la croqueta. Recomiendo un vino
elaborado con garnacha”.
- Gambas: Al ser de marisco, lo ideal son los vinos blancos, especialmente
hechos con Sauvignon Blanc.
- Pollo: Resaltantes por su suavidad en cuanto a sabor, los ejemplares
que encajan a la perfección son los de Chardonnay, caracterizados por ser muy
afrutados y aromáticos.
- Bacalao: por lo salados que pueda resultar este plato el consejo es
armonizar con “un vino blanco seco como la variedad Palomino”.