Caballo viejo es el nuevo Premium DOC Ron de Venezuela
Una edición limitada de 1.200
botellas con mezcla de rones envejecidos entre seis y 12
años, Caballo Viejo Ron
Ultra Añejo llega al mercado como presagio de que 2020
será un año aún más brioso y prometedor para la DOC Ron de Venezuela.
En este sentido, Caballo Viejo cuenta una historia
de larga data, pues la marca, registrada en 1985 por Industrias Bravo,
se comercializó inicialmente solo en el Oriente venezolano como ron añejo de
dos años.
Para el año 2005, los nuevos propietarios de la
empresa vieron la oportunidad de instalar su bodega y, en 2006, se enfocaron en
la paciente tarea de envejecer los primeros lotes de alcoholes.
Hoy día es una destilería boutique que
cuenta con 1.000 barricas de roble americano que antes albergaron
bourbon, whiskies de malta y brandy. En tales recipientes
durmieron los alcoholes que integran el blend de Caballo Viejo,
cuidadosamente afinado bajo la dirección de la maestra ronera Rosamy
Belmonte.
Por su parte, la directora de mercadeo de
Celiveca, Hohebeth Acuña, comentó que “este es un proyecto que ha
llevado mucho tiempo y al que se le ha puesto gran dedicación. Es la fusión
perfecta entre dos empresas: Industrias Bravo y Central de Licores Unidos de
Venezuela (Celiveca)”
De esta forma, ambas empresas trabajaron en
conjunto para desarrollar un producto que se integra a la categoría premiun. El
destilado añejo es envasado artesanalmente en una exclusiva botella, numerada y
etiquetada a mano, que viene resguardada en una caja de madera que recuerda a
un establo.
En una cata que permitió apreciar Caballo Viejo que
estuvo bajo la conducción de Alejandra San Vicente, en todos sus
matices organolépticos, lo primero que resalta a la vista es su color ámbar
rojizo, noble característica de los rones ultra añejos que han reposado largo
tiempo en barrica.
Razón por la cual, San Vicente lo define como fino
de nariz, comentando que “su destilado desprende aromas de frutos maduros con
una nota particular parecida a la piel de la ciruela, que tiene ese punto
cítrico muy sabroso”.
Además, la catadora añade que “se perciben notas
marcadas de miel, que casi llevan al instante cuando se vierte el caramelo
encima de un quesillo, y también ese aroma dulce a vainilla de los rones
venezolanos, que viene del roble americano de las barricas”.